Un tiempo después de comenzar a comprender y difundir la Economía Basada en Recursos, llegué a la conclusión de que también estaba haciendo un activismo interseccionalista sin darme cuenta. Es un concepto que no conocía en su momento, pero que cuando leí sobre él fue como si encajaran todas las piezas en mi cabeza. Como estuve hablando sobre este tema recientemente e hice un análisis resumido de qué es y por qué defiendo un activismo interseccionalista, recopilo aquí mis apuntes de una forma clara de tal manera que puedan ser comprendidos fácilmente por alguien que se introduce tanto en la EBR como en el interseccionalismo, y remitirles aquí cada vez que surja el tema y el interés.
Por tanto, defiendo que todas las luchas deben unirse en una sola, una lucha contra todas las opresiones, y que feministas, animalistas y veganos, antirracistas, antifascistas, movimiento LGTB, movimientos ateos contra la violencia religiosa, anarquistas y otros movimientos políticos y económicos que buscan el fin de las fronteras y las clases sociales y económicas, etc… deberían trabajar unidos en vez de divididos cada uno por su cuenta, pues si no se acaban unas opresiones, no se acabarán otras. Una frase que me gusta mucho, que es de Marx (aunque no soy comunista), dice:
«El grado de emancipación de la mujer es la medida natural de la emancipación general»
Una de las críticas más fuertes que he visto contra el interseccionalismo viene de los animalistas o veganos «puros» hacia los que son interseccionalistas, llegando a afirmar incluso que los interseccionalistas son especistas. Hay un vídeo muy gracioso que resume muy bien lo que piensan los primeros de los segundos. Hay cosas que (¡como siempre!) Hitler tiene razón, pero muchas otras no.
El interseccionalismo no es especismo ni ignora a los animales, además que como dije son luchas que pueden actuar unidas sin necesariamente ocultar o minimizar el activismo animalista y voy a explicar por qué:
Para empezar, hay que tener en cuenta por qué tratamos a los animales como los tratamos, como cosas, objetos. Si os fijáis en culturas antiguas, las pinturas en las cuevas prehistóricas, los indios de américa, aborígenes, etc… podéis observar que hay una gran presencia de adoración y respeto a los animales. Claramente había que comerlos para sobrevivir, pero eso no significa que no les tuvieran respeto. También mataban otros seres humanos, en las luchas de tribus, por territorio, etc… y eso no significa que necesariamente considerasen a otros humanos como objetos o algo muy distintos a ellos mismos.
El principal (aunque no único) origen de esta rebaja del animal a considerarse como objetos de uso y abuso, es religioso. A un iluminado y sus seguidores se les ocurrió un día decir que Dios nos creó a los humanos a su imagen y semejanza, y que los animales sólo eran una cosa hecha a nuestro servicio, para disponer de ellos como considerásemos, y que no tenían alma alguna que respetar ni salvar. A partir de ahí es cuando la mayoría de culturas dejan de adorar y respetar a los animales y se convierten únicamente en comida, sacrificio, adorno, o simplemente una cosa a la que ignorar.
Por otro lado, está demostrado por muchos criminólogos que los asesinos, violadores, y maltratadores (tanto de mujeres como de hombres), los criminales que centran sus agresiones en otros seres humanos, suelen comenzar en su infancia o juventud maltratando animales. ¡Qué casualidad! Empiezas maltratando una hormiga o un gusano, luego pasas a maltratar un gato o un perro, o follarte una cabra, luego pasas a cazar elefantes y leones, y ¿por qué no empezar a matar o violar personas?
Eso ocurre con mucha frecuencia y está más que probado, siendo el maltrato animal un signo claro de una psicología que es muy probable que genere un futuro maltratador de personas, o directamente un asesino.
Esto es una clara indicación de por qué el animalismo y el feminismo deberían unir sus fuerzas, y evidentemente también a otros sectores activistas que luchan contra la muerte, la violación y el maltrato.
Estas cosas las digo continuamente porque el interseccionalismo tiene una base sólida, y el hecho de que haya interseccionalistas magufos, o a favor de la censura y el politicorrectismo, o que no comprendan bien lo que están defendiendo, no invalida la idea. Lo importante es la idea, no las personas que lo defienden. Igual que, por ejemplo porque haya comunistas que se vuelvan dictadores o capitalistas que se hagan filántropos, significa necesariamente ni que el comunismo sea malo, ni el capitalismo bueno.